domingo, 2 de junio de 2013

EL TRASPASO QUE CAMBIÓ NUESTRA HISTORIA


No cabe duda de que Bill Rusell, el jugador con más anillos de campeón de la historia, es una leyenda del baloncesto, en concreto de los Boston Celtics. Todo un icono del deporte mundial que dominó los aros de manera excepcional durante los 50 y los 60, ganando once títulos de campeón como jugador de los Boston Celtics, más que ninguno otro. Esta hazaña lograda por Russell, además de por su portentoso físico y de sus grandes aptitudes baloncestísticas, fue lograda gracias al gran equipo que Red Auerbach consiguió reunir a su alrededor.














La mejor plantilla que ha llegado a reunir este equipo fue tal vez la que se formó por primera vez en la temporada 1962-1963, formada por jugadores que ahora son leyendas del baloncesto como KC Jones, John Havlicek, Sam Jones, Bob Cousy, Tom Heinsohn, Frank Ramsey, Tom Sanders y el propio Bill Russell y que corresponde a la época más brillante de la historia del baloncesto mundial. Once títulos ganados entre 1957 y 1969, ocho de manera consecutiva, de los que Russell fue el principal artífice, y partícipe de todos ellos.




Tras deleitarnos con uno de los equipos que mejor ha jugado al baloncesto de toda la historia, abordemos el tema que hoy nos ocupa. Se trata de explicar la manera de la que llegó Russell a vestir la camiseta de los Boston Celtics, hecho que en un tiempo pasado podría haber parecido imposible, debido a las remotas opciones que había de ello, sin embargo un genio llamado Red Auerbach consiguió traer a este titán para comenzar el ascenso de los orgullosos verdes.


Verano de 1956. Los Boston Celtics tenían el puesto número 7 del draft de 1956. Red Auerbach quería a Bill Russell, un atleta prodigioso, que estaba proyectado como el número 1 o 2 de ese draft. Por tanto, haría falta un traspaso para traerlo a Boston. Tras rechazar una oferta de los Harlem Globetrotters por desavenencias con su propietario, Russell se presentó al draft de 1956 para jugar al baloncesto profesionalmente.



Fue entonces cuando Red Auerbach hizo gala de su ingenio. Tomó la difícil decisión de traspasar a Ed Macauley, Cliff Hagan y su séptima elección del draft a los Saint Louis Hawks a cambio de su elección número 2. Era probable que Russell saliera elegido en el número 1, número que poseían los Rochester Royals, sin embargo, Auerbach y Walter Brown, propietario de los Celtics, se asociaron para conseguir traer a Russell a Boston.

Walter Brown era también el presidente de los Ice Capades, algo asi como una compañía de circo que representaba espectáculos sobre pistas de hielo. Brown ofreció al propietario de los Rochester Royals, Lee Harrison, que llevaría a los Ice Capades a Rochester durante una semana para realizar espectáculos allí a cambio de que los Royals dejaran pasar a Russell. Y así sucedió. Los Royals eligieron a Si Green en el primer puesto, quedando la vía libre para elegir a Russell con el número 2.

De esta manera, Russell automáticamente se convertía en jugador de los Boston Celtics. Se sabía de su capacidades atléticas, reboteadora, defensiva... Russell no fue un jugador común. Su punto fuerte era la defensa de su propio aro, y sobre todo, los rebotes. No había ningún rebote que no acabara en las inmensas zarpas de esta bestia.

Russell debutó un 22 de diciembre de 1956 con los Boston Celtics tras haber disputado los Juegos Olímpicos de Melbourne con la selección norteamericana. Jugó durante 21 minutos, anotó 6 puntos y atrapó 16 rebotes, consiguiendo la victoria precisamente ante los Saint Louis Hawks por 95-93 con una suspensión de  Bill Sharman, otra de las estrellas del equipo, sobre la bocina. En ese mismo partido, los Celtics perdían por 16 puntos al inicio del último cuarto. Russell taponó 3 veces a Bob Pettit, estrella de los Hawks, en el último cuarto.



















Pero aquel partido tan sólo era el comienzo de una nueva etapa triunfal en la historia de los Boston Celtics. Sólo era el inicio de una época dorada marcada por el dominio interior de este jugador, que junto con otros grandes jugadores escribió su propia página en la historia del baloncesto estadounidense.


Teniendo en cuenta que antiguamente los jugadores sobresalían más individualmente que en la actualidad, debemos darnos cuenta de que lo que hizo Russell sobre una pista de baloncesto fue antológico. Sin destacar especialmente en el apartado anotador, Russell sí que lo hacía (y de qué manera) en el rebote y en la defensa interior. Enfrentarse a los Boston Celtics con ese muro humano protegiendo su aro era toda una pesadilla para los rivales.



Russell promedió 15 puntos, 22 rebotes y 4 asistencias en 42 minutos de juego a lo largo de su carrera como jugador de baloncesto profesional en los Boston Celtics. Estadísticas como tapones y robos no se tenían aún en cuenta.


















En cuanto a galardones y récords, Russell posee:
- 11 títulos de campeón de la NBA (anillos de campeón).
- 5 veces MVP de la NBA
- 3 veces elegido en el mejor quinteto de la NBA
- 8 veces elegido en el segundo mejor quinteto de la NBA
- 1 vez elegido en el mejor quinteto defensivo de la NBA
- 12 veces All Star
- 1 MVP del All Star
- Nombrado uno de los mejores 50 jugadores de la historia de la NBA en 1996
- Campeón Olímpico (1956)
- Miembro del James Naismith Hall of Fame (salón de la fama de la NBA)
Además de todos estos reconocimientos, Russell ostenta numerosos récords individuales, como el segundo mejor registro reboteador en un sólo partido (51 rebotes, sólo por detrás de Wilt Chamberlain, que capturó 55), y mejor registro reboteador en una sola mitad, con 32 rebotes son sólo algunos de los muchos récords que posee.

Por Javier Romero Achón. Puedes seguirme en Twitter (@_javier_romero).

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